Sobre “El poder de los Hábitos” – (Parte 1)

Piensa en un hábito que hayas querido adoptar, pero has fallado en el proceso de implementación y terminas dejando todo tirado y culpandote a ti mismo por la falta de compromiso. ¿Te suena?

Cambiar nuestros hábitos es difícil por dos razones: la primera es que nos enfocamos en cambiar lo equivocado y la segunda es que tratamos de cambiar nuestros hábitos de forma incorrecta

El Poder de los Hábitos es un libro escrito por Charles Duhigg, periodista de investigación del New York Times, ensayista y ganador de un premio Pulitzer, en su libro nos cuenta la historia de décadas de investigación que logran explicar por qué existen los hábitos, cómo nos condicionan y cómo cambiarlos. 

Al leer este libro encontrarás que la clave para hacer ejercicio de forma regular, leer más, perder peso, comer más sano, levantarse temprano, ser productivo y alcanzar el éxito consiste en entender el modo en que funcionan los hábitos. Pocos libros se convierten en manuales esenciales para la vida, este es uno de ellos.  

 

Teniendo esto en cuenta, en esta serie de artículos te traemos todo lo que necesitas saber sobre los hábitos para lograr tus propósitos, dividido en 2 partes: 

Parte 1: ¿Qué son los hábitos, por qué existen, cómo funcionan y por qué fallamos al implementarlos? + ejercicio aplicado

Parte 2: Tacticas y tips: ¿Cómo implementar hábitos nuevos? ¿Cómo reemplazar hábitos tóxicos?

 

Esta información ha sido extraída a partir del libro, como también, otros recursos de contenido gratuito que encontrarás al final de este blog.

 

Parte 1: 

¿Qué son los hábitos y cómo se diferencian de las RUTINAS?

Por definición, un hábito es “una tendencia o práctica establecida o regular, especialmente una que es difícil de dejar”. 

Según esta definición, los hábitos son acciones que llevamos a cabo, pero también (y puede que más importante) influyen la manera en que pensamos y en lo que creemos. Los hábitos también mueven las creencias que influyen nuestro comportamiento y nuestro pensamiento; hasta la forma de ver la vida y por consecuencia lo que hacemos o no al respecto.

Ahora bien, la diferencia entre hábitos y rutinas, reside en que los hábitos son cosas que hacemos AUTOMÁTICAMENTE, no tenemos que pensarlo, lo hemos hecho tantas veces que ni siquiera tenemos que recordarlo. Por el contrario, las rutinas son cosas que podemos hacer (o no) todos los días, no son automáticas y por ello requieren un mayor esfuerzo para nuestro cerebro. 

Entendiendo los hábitos como aquello que hacemos (consciente o inconscientemente) todos los días, pregúntate: ¿Cuáles son los hábitos que definen mi día a día todos los días?

 

¿Por qué existen los hábitos?

En pocas palabras, la respuesta a por qué existen los hábitos es muy sencilla: para ahorrar energía. La explicación de lo que sucede a nivel neurológico es la siguiente:

El cerebro humano es el órgano que más energía requiere si tomamos en cuenta su tamaño. Solo es 2% de nuestro organismo pero requiere hasta el 20% de las calorías que consumimos como alimento. Es decir que es un órgano costoso de mantener.

La evolución, por consiguiente y buscando ser lo más eficiente posible en el uso de la energía, seleccionó con el tiempo las rutas energéticas que hicieran utilizar al cerebro el menos trabajo posible para llevar a cabo sus procesos. En realidad, muchos de los hábitos que tenemos surgen sin nuestro permiso.

Los hábitos ahorran mucha energía debido a que evitan que muchas más partes del cerebro se activen para promover alguna acción. El hecho de que sea algo automático libera al cerebro de la necesidad de más proceso cognitivo, lo cual ocuparía más valiosa energía.

Así que, los hábitos son una adaptación evolutiva para ahorrar trabajo cognitivo que nos ocuparía más calorías, precisamente las que no eran necesariamente abundantes en el ambiente en el cual evolucionaron nuestros ancestros.

 

¿Cómo funcionan los hábitos? 

Como bien lo explica Charles Duhigg en su libro “El poder de los hábitos”, el proceso cerebral de la formación de los hábitos, es un bucle de 3 pasos: 

  1. Señal: un detonante que le indica al cerebro que puede poner el piloto automático y le dice qué hábito usar.
  2. Rutina: puede ser física, mental o emotiva. Se refiere al comportamiento que llevas a cabo, es decir el hábito mismo.
  3. Recompensa: el beneficio que se asocia con el comportamiento, esta ayuda al cerebro a determinar si vale la pena recordar ese bucle en particular en el futuro.

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Apliquemos ahora este ciclo a un hábito de ejemplo: Salir a correr por las mañanas.

  • El detonante: Despiertas, has dejado tu ropa lista al lado de la cama.
  • La rutina: Te pones tu ropa deportiva, sales a correr cerca de tu casa.
  • La recompensa: Regresando tomas un relajante baño, después te tomas tu delicioso café y estás list@ para iniciar tu día con energía.

Suena demasiado simple, ¿verdad?

Y lo es. Lo difícil no es el método, sino la consistencia.

 

Si es tan sencillo ¿Por qué fallamos?

Muchos de nosotros comenzamos el proceso de cambiar nuestros hábitos enfocándonos en algún resultado que queremos obtener. Esto nos lleva a tener hábitos anclados a resultados. Llevamos a cabo una actividad solo porque queremos un resultado. El problema de esto, es que cuando logramos el resultado que queremos perdemos el hábito volvemos a caer a nuestros antiguos patrones negativos y no logramos realmente progresar. 

La alternativa a esto es construir hábitos que están basados en nuestra identidad. Es decir, comenzamos enfocándonos en la persona en la que nos queremos convertir. 

EJEMPLO:

Imagínate a dos personas que se les ofrece un cigarro. La primer persona responde, “No gracias, estoy tratando de dejar de fumar.” Esta es una respuesta razonable, pero desafortunadamente, esta persona todavía se identifica como alguien que fuma. Está pensando en cambiar su comportamiento pero no su identidad. La segunda persona responde, “No gracias. Yo no fumo.” Parece que esta diferencia es pequeña pero lleva consigo un cambio en identidad. Para esta persona, el fumar no es parte de su identidad y no se identifican como alguien que fume. El rechazar el cigarro es algo que lleva a cabo sin esfuerzo y sin pensarlo dos veces.

 

Los verdaderos cambios de comportamiento son cambios de identidad. Puede que empieces un hábito por motivación, pero la única razón por la que lo vas a mantener por los siguientes diez años es si este hábito se vuelve parte de tu identidad. Todos nosotros tenemos suficiente fuerza de voluntad para ir al gimnasio un día o no comernos ese postre una o dos veces, pero si no cambiamos las creencias que están detrás de nuestros comportamientos, va a ser muy difícil que logremos cambios a largo plazo. Las mejoras que llevemos a cabo serán solamente temporales hasta que se vuelvan parte de nuestra identidad.

  • El objetivo no es leer un libro, es que te vuelvas un lector.
  • El objetivo no es correr un maratón, es que te vuelvas una persona activa.
  • El objetivo no es obtener esa promoción en el trabajo, es que te vuelvas una persona que siempre cumple sus objetivos.

Siguiente paso: “definiendo el “yo” que quiero llegar a ser.

Pon el temporizador en 20 minutos para reflexionar y escribir sobre la mejor versión de ti mismo en la que te quieres convertir. Imagínatela y descríbela con el mayor detalle posible. 

Ahora, tómate unos minutos para describir los hábitos que esa persona tendría. ¿Cuál de esos hábitos crees que podrías empezar a adoptar? ¿Con cuáles de esos comportamientos podrías empezar? 

Si estas preguntas parecen abrumadoras, comienza describiendo algún resultado que te gustaría obtener. Si te gustaría perder peso, está perfecto, empieza por ahí y trabaja en tu identidad. Pregúntate, “¿qué tipo de persona lograría estos resultados?” Con esto, tu enfoque cambiará del resultado a la identidad que quieres construir. Para reforzar este proceso puedes durante tu día a día preguntarte cómo se comportaría esa persona que lograría lo que quieres.

 

En la Parte 2 de este blog, encontrarás técnicas y tips para lograr crear nuevos hábitos en tu vida y reemplazar hábitos tóxicos. ¡Pendiente a nuestras próximas publicaciones!

 

Recursos recomendados:

  1. Libro: El poder de los hábitos.
  2. Video: Simon Sinek, Cómo los grandes líderes inspiran la acción. 
  3. Video: Saber quién soy para saber qué hacer | Javier Mazza | TEDxMontevideo
  4. Podcast: Es tan difícil cambiar de hábitos? ¿Cómo hacerlo?

 

Muchas gracias por llegar hasta acá, por querer crecer y aprender cada vez más. Recuerda compartir este artículo con una persona que pueda necesitarlo!

2 comentarios en “Sobre “El poder de los Hábitos” – (Parte 1)”

  1. Me encantó cómo sintetizaste la idea principal del libro. Es fácil sentir todo el amor que le pusiste a este trabajo. Espero pronto poder leer la parte dos. Para debatirlo tal y como te había dicho

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